Actualidad

09 / 09 / 2021

Profesionales de +Sanidad Canarias nos hablan de la salud mental post pandemia

Zaira Santana Amador, psicopedagoga del Hospital La Paloma y Elena Suárez Álvarez, psicóloga del Hospital Perpetuo Socorro de Las Palmas de Gran Canaria, reflexionan sobre la salud mental post pandemia. Tras nuestro artículo sobre las consecuencias de la pandemia en la salud mental, entrevistamos a profesionales de  hospitales miembros de +Sanidad Canarias, la Asociación de Clínicas y Centros de Hospitalización Privadas de Las Palmas.

¿Cómo ha afectado la pandemia a la salud mental de los canarios?

Z.S.A: La situación de crisis global ha forzado que las personas se detengan unos días y analicen cómo estaban viviendo hasta ahora y cómo lo harán después. Se nos ha obligado a analizar nuestra forma de ver el mundo y con ello, se están produciendo algunos aprendizajes en la sociedad. Por ejemplo, a pesar de que seguramente se hayan producido momentos incómodos debidos a la ansiedad y el estrés, causados seguramente por la poca costumbre a mantenernos con las mismas personas y en el mismo espacio sin salir, en general se han mejorado los lazos familiares y el trabajo e interés por la vida escolar. Eso es algo que valdrá la pena analizar e investigar en el futuro. 

Durante los días en los que se ha tenido que permanecer en casa, instituciones públicas y privadas han ofrecido y compartido de forma gratuita infinidad de orientaciones a las familias sobre cómo gestionar el tiempo de estudio, de descanso, de ocio o actividad física. Esto seguramente ha permitido que la mayoría de los individuos de cada unidad familiar hayan cedido y aprendido lo importante que es organizarse y compartir. 

Por otro lado, la pandemia ha generado algunos problemas de ansiedad ante el cambio de rutinas diarias y la reducción de movimiento, en especial en los niños, niñas y adolescentes con TDAH y TEA. Estos pacientes no podían continuar con sus terapias presenciales en la consulta de la unidad, viendo modificada su rutina y apoyo psicopedagógico al que estaban acostumbrados y que resulta muy importante en la evolución y estabilidad emocional de estos pacientes-usuarios con TDAH o con TEA.

Por último, también ha habido un aumento de demanda sobre formación y ayudas acerca de los recursos digitales que existen alrededor de la educación. Sobre todo porque un gran porcentaje de los los alumnos y familiares (en especial los de educación infantil, primaria y secundaria) no están acostumbrados a trabajar diariamente con los recursos digitales

E.S.A: Hace ya varios meses que los profesionales de la salud mental venimos alertando de una nueva pandemia provocada por el impacto emocional de la situación de emergencia sanitaria mundial que estamos viviendo, la que podríamos denominar la “pandemia psicológica”

Las restricciones y medidas de contención del virus como los episodios de confinamiento y el distanciamiento social, que han sido vitales para mitigar los efectos de la pandemia, son fuertes estresores que han afectado a toda la población. En este sentido, los jóvenes han sido uno de los grupos más afectados por el impacto psicológico de la pandemia, debido al importante papel que desempeñan las relaciones sociales y el contacto con su grupo de iguales, en el desarrollo de su identidad. 

También las mujeres expuestas a situaciones de violencia de género, los profesionales sanitarios y los trabajadores de servicios esenciales que han estado en primera línea de actuación durante esta crisis sanitaria, son grupos altamente afectados.

¿Ha habido un incremento de pacientes en el área de salud mental en su centro / hospital?

Z.S.A: Después de la situación de estado de alarma y en general de la crisis de la COVID-19 ha habido un aumento de casos de familias preocupadas por las dificultades educativas de los niños, niñas y adolescentes. 

La pandemia generó que estas familias vieran en primera persona las dificultades de sus estudiantes y la preocupación se ha transformado en el inicio de valoraciones diagnósticas que confirmen o no las necesidades específicas de apoyo educativo o las necesidades educativas especiales.

E.S.A: Efectivamente se ha notado un incremento de la demanda de atención psicológica en el hospital durante el último año y medio. Esto no es un fenómeno aislado ya que la revisión de estudios sobre el impacto de la COVID-19 en la salud mental así lo refleja, señalando un aumento de los problemas de salud mental asociados a la pandemia. 

En el Hospital Perpetuo Socorro hemos observado un incremento en la prevalencia de los problemas de ansiedad, depresión y de los trastornos adaptativos, y destaca un creciente malestar psicológico en la población general. 

Es de esperar que, una vez superada la fase crítica de la pandemia, la demanda de atención en salud mental vaya en aumento como consecuencia de los efectos de la crisis económica (pérdidas de empleo, dificultades económicas…) y de los procesos de duelo complicado por la pérdida de seres queridos, entre otros.

¿Podría darnos algunos consejos para sobrellevar las posibles consecuencias tras la pandemia?

Z.S.A: Una de las siete competencias clave que se vienen trabajando desde que se implantó en España, la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre (LOMCE) es aprender a aprender. Esta competencia es una de las principales, ya que implica que el alumno desarrolle su capacidad para iniciar el aprendizaje y persistir en él, organizar sus tareas y tiempo, y trabajar de manera individual o colaborativa para conseguir un objetivo. De esa cuestión surge otro interrogante ¿es tal vez este momento, una vez que pase la crisis del coronavirus, la oportunidad para que los alumnos trabajen más intensamente en esta competencia de aprender a aprender?

Otra de las competencias clave que se implantan con la LOMCE es la “competencia digital”, que implica el uso seguro y crítico de las TIC para obtener, analizar, producir e intercambiar información. No cabe duda de que durante esta situación de confinamiento, la competencia digital se ha convertido en imprescindible. Sería interesante continuar con la formación en esta materia a pesar de la vuelta presencial de las clases.

Creo igualmente que es imprescindible la necesidad de trabajar la educación emocional, vinculada a esa educación digital y no aumentar el estrés y la ansiedad. Es muy importante que trabajen cada día para mejorar en las necesidades educativas que tiene cada niño/a. No es suficiente con solo trabajar un mes en verano y unos días antes de cada examen. Los diferentes agentes educativos (familia, profesores, tutor/a, otros profesionales) deben ir en sintonía y trabajar con la máxima comunicación posible. De esta manera, el niño sigue una línea de trabajo y entiende que todos los esfuerzos van en la misma dirección. En este sentido, desde Psicotogether, la unidad de psicopedagogía del Hospital Policlínico La Paloma realizamos, por un lado, un trabajo de comunicación, orientación con la familia y el alumno y por otro lado de trabajo directo con el PUC (Paciente, usuario, cliente). Por último, la motivación continua suele ser un aspecto muy importante para mejorar cualquier proceso de aprendizaje.

E.S.A: Es natural tener sentimientos de tristeza, ansiedad e incluso miedo ante la situación que estamos viviendo. Para afrontar estas emociones de la mejor manera posible, es importante evitar la sobreinformación. 

Es recomendable estar informado sobre cómo evoluciona la pandemia, pero para ello es suficiente con estar informado una vez al día a través de fuentes oficiales y evitar exponerse a la sobreinformación de los medios de comunicación y las redes sociales.

Las conductas de autocuidado como llevar una alimentación sana y unos buenos hábitos del sueño, realizar ejercicio físico de manera regular y mantener nuestras rutinas en la medida de lo posible, favorecen un mejor afrontamiento de las situaciones de estrés. Asimismo, practicar ejercicios de respiración y relajación ofrece grandes beneficios en la gestión del estrés y el manejo de la ansiedad. 

A pesar de las restricciones y del distanciamiento social, es importante mantenerse conectado con nuestro entorno social para reducir la sensación de aislamiento y los sentimientos de soledad generados por la pandemia. Sentir miedo y preocupación ante una situación de tanta incertidumbre como la que estamos viviendo es normal, de ahí que sea importante reconocer nuestras emociones y compartirlas con nuestros seres queridos. No hay que olvidar que esta situación, si bien ya nos resulta que dura demasiado, es transitoria y pasará.

En cualquier caso, cuando el malestar esté interfiriendo notablemente en el día a día, vaya en aumento o se esté prolongando en el tiempo, lo más recomendable siempre es consultar con un profesional de la psicología.